El tradicional Carnaval de Esquina, una de las celebraciones más esperadas de la región, está envuelto en una tormenta de críticas tras el anuncio de las fechas, precios y un polémico cambio de locación. La empresa organizadora, Zelta Group, confirmó que los desfiles se llevarán a cabo los sábados 25 de enero, 1 y 8 de febrero, pero las decisiones tomadas no han dejado a nadie indiferente.
Precios que dividen a la comunidad
Las entradas anticipadas por una noche tendrán un costo de $5.000, mientras que quienes opten por comprarlas en puerta deberán desembolsar $7.000. Para los que deseen disfrutar de las tres noches, el valor es de $10.000 anticipado y $12.000 en puerta. Estos costos generaron críticas en redes sociales, donde muchos vecinos manifestaron que los precios son inaccesibles para una gran parte de la población. “¿Cómo quieren que llevemos a nuestras familias? Esto es un golpe al bolsillo del pueblo”, escribió un usuario indignado en Facebook.
¿Carnaval encerrado?
Pero lo que realmente desató la furia popular fue la decisión de trasladar los corsos a los clubes. Primero el cambio fue el de la avenida Mitre, fue reemplazada por una nueva avenida más amplia y cómoda denominada “el Corsodromo”. La noticia cayó como una bomba entre los comparseros y amantes del carnaval.
Un comparsero expresó su enojo en redes sociales: “Salir de la Mitre costó, pero ya quedaba chica por la cantidad de gente que iba al corso. La nueva avenida era un lugar más grande y cómodo, pero no, ahora es en una cancha de fútbol. Sigan hundiendo a nuestro Carnaval. Son unos genios.”
“El fin de una tradición”
La decisión de realizar el evento en espacios cerrados ha sido percibida por muchos como un retroceso para la fiesta más importante de Esquina. “El carnaval es para el pueblo, no para encerrarlo en un estadio”, fue otro de los comentarios que inundaron las redes.
La polémica continúa
A pocos días del inicio del Carnaval, la comunidad sigue dividida. Mientras algunos defienden las decisiones de Zelta Group argumentando cuestiones de logística y seguridad, otros ven en este cambio una traición a las raíces y a la esencia misma de la festividad.
¿Será este el inicio del fin de un Carnaval que supo ser orgullo de Esquina? La respuesta está en manos de los organizadores, pero el pueblo ya ha hablado, y su voz retumba más fuerte que los tambores.
