El ingeniero Carlos Estigarribia brindó un análisis detallado sobre la complicada situación que enfrentan los productores ganaderos en la zona de Esquina debido a las condiciones climáticas adversas y la falta de precipitaciones.
“Después de registrarse bajas temperaturas, el campo natural se ha resentido totalmente. Todo ese volumen de pasto que se tenía ha pasado a estar en forma de fibra, sin nutrientes”, explicó Estigarribia. “Estamos en una situación complicada. Incluso en la isla, con la bajante que tiene, se fue deteriorando todo el verde que había. La falta de lluvias, que se prolonga por más de dos meses, ha disminuido notablemente el material disponible en el campo natural”.
El ingeniero destacó la importancia de las precipitaciones para evitar una mayor pérdida de agua en el perfil del suelo. “Las lluvias nos ayudarían a que el pasto retenga algo de agua y, cuando las temperaturas suban, pueda crecer. Sin agua, se sigue perdiendo el agua del perfil y, además, las temperaturas bajas han destruido todo lo que estaba en la superficie”, añadió.
En estos meses, tradicionalmente secos, la situación se ha agravado al no registrarse prácticamente ninguna precipitación. “El mes pasado solo tuvimos 5 mm de lluvia. El peor escenario sería entrar a la primavera sin precipitaciones”, advirtió Estigarribia.
La falta de agua y el deterioro del campo natural presentan un desafío significativo para los productores ganaderos de Esquina, que dependen del pasto para alimentar a su ganado. La situación requiere medidas urgentes y soluciones para mitigar los efectos de esta sequía prolongada.
El ingeniero Estigarribia hizo un llamado a estar atentos a las condiciones meteorológicas y a buscar alternativas que puedan ayudar a los productores a sobrellevar esta crisis. La llegada de lluvias se presenta como una necesidad crítica para la recuperación del campo y la sustentabilidad de la ganadería en la región.
