En la plaza 25 de Mayo, Juana Franco se ha convertido en un símbolo de la resistencia cultural a través de su puesto de comidas típicas. Esta emprendedora esquinense no solo deleita a locales y visitantes con sus exquisitos platos, sino que también juega un rol crucial en la preservación de las tradiciones culinarias de la región.
Desde su modesto puesto, Juana ofrece las clásicas empanadas de queso y dulce, una delicia que muchos en la zona aún eligen para la merienda, manteniendo viva una costumbre regional que, en parte gracias a ella, sigue perdurando en Esquina. Sin embargo, su oferta no se limita a este popular manjar.
Además de las empanadas, Juana pone a disposición del público una amplia variedad de elaboraciones caseras que reflejan la riqueza gastronómica de Corrientes. Entre sus productos se encuentran el escabeche, el dulce de mamón, las tortas fritas, y los alfajores de maizena, cada uno preparado con dedicación y un profundo respeto por las recetas tradicionales.
Uno de los productos más destacados en su menú es la “torta de maíz”, una especialidad que en otros tiempos solía ser un alimento cotidiano en muchas familias, pero que hoy en día se está perdiendo. A través de su trabajo, Juana no solo ofrece este plato a quienes lo recuerdan con nostalgia, sino que también lo presenta a nuevas generaciones que tal vez no lo conocen, asegurando que esta tradición no caiga en el olvido.
Juana Franco, con su incansable labor, no solo sostiene un emprendimiento exitoso, sino que también defiende y promueve el patrimonio cultural gastronómico de Esquina. Su puesto en la plaza 25 de Mayo es más que un lugar para comprar comida; es un espacio donde las tradiciones siguen vivas y se transmiten día a día, bocado a bocado.