En un acto de dedicación y disciplina, una joven esquinense se ha convertido en uno de los rostros visibles de la custodia de la Casa Rosada. Tras inscribirse y pasar un exigente curso de capacitación en Palermo, donde se encuentra la sede de los Granaderos a Caballo, Aldana ha asumido la responsabilidad de resguardar la residencia presidencial.”
Nos instruyen en todo lo que necesitamos saber para trabajar ahí”, precisó Aldana, refiriéndose al riguroso entrenamiento recibido. Este curso de capacitación abarca una amplia gama de habilidades y conocimientos necesarios para desempeñar su función con la excelencia que caracteriza a los granaderos.
El trabajo de Aldana en la Casa Rosada se desarrolla en turnos de 24 horas, durante los cuales se alternan guardias de dos horas con relevos. Esta tarea no es sencilla: durante su tiempo de guardia, Aldana y sus compañeros deben mantenerse completamente inmóviles y atentos, sin pestañear ni moverse. La disciplina y la resistencia física y mental requeridas para cumplir con este deber son inmensas, y Aldana ha demostrado estar a la altura del desafío.La presencia de esta joven granadera no solo es un testimonio de su compromiso y capacidad, sino también un orgullo para su comunidad en Esquina, Corrientes. Su dedicación y profesionalismo destacan en una labor que muchas veces pasa desapercibida, pero que es fundamental para la seguridad y el protocolo de la nación.
Con su impecable desempeño, Aldana no solo protege uno de los edificios más importantes del país, sino que también representa con honor y dedicación a su localidad y a todas las mujeres que, como ella, se esfuerzan por abrirse camino en campos tradicionalmente dominados por hombres.