El Centro Comunitario Unido, que funciona en tres barrios de Esquina (San Antonio, Santa Catalina y el CIC), atraviesa un momento crítico: debido a demoras administrativas en la renovación de un convenio con Nación, se quedarán sin fondos para las prestaciones alimentarias durante todo julio. Así lo confirmó Ariel Grenat, responsable del centro, en diálogo con “La Mañana de Noticias”.
“La buena noticia es que se firmó una renovación del convenio por tres años más; la mala es que nos vamos a quedar desfinanciados este mes, y estamos hablando de casi 500 personas que diariamente reciben desayuno y almuerzo en nuestros centros”, explicó Grenat. El convenio, dependiente del Ministerio de Capital Humano de Nación, fue ampliado recientemente, pero los desembolsos de fondos están retrasados y recién llegarían entre el 5 y 10 de agosto.
Actualmente, el Centro Comunitario brinda asistencia alimentaria a aproximadamente 500 personas por día, de lunes a viernes: 200 en San Antonio, 140 en el CIC y 145 en Santa Catalina. Sin financiamiento, muchas de estas personas quedarían sin su plato diario. “Nunca nos pasó esto desde que estamos a cargo, desde 2017. Es muy doloroso”, dijo Grenat.
El municipio, a través del director del CIC, Sebastián Benítez, se comprometió a hacerse cargo del almuerzo en el CIC durante este mes. Además, el empresario Arnoldo Rohner está gestionando la provisión de mercadería para San Antonio y Santa Catalina. Sin embargo, aclaran que la calidad y cantidad de los alimentos no será la misma.
Grenat apeló a la solidaridad de la comunidad: “No queremos cerrar, queremos seguir brindando lo que podamos. Quien quiera colaborar, que se acerque con alimentos no perecederos, verduras, carne o lo necesario para cocinar guisos. No estamos recibiendo dinero para evitar malos entendidos”. Las donaciones pueden acercarse directamente a los centros de San Antonio o Santa Catalina, o contactarse con Ariel al 3777-312095.
También mencionó que existe una lista de espera de 60 personas que no pueden ser atendidas por falta de cupo y recursos.
Además de este problema coyuntural, el centro sigue enfrentando la necesidad de contar con un espacio propio. “El terreno fue donado hace años con ese fin. Si no se construye pronto, vuelve al dueño original. Estamos gestionando pero todo está muy lento”, explicó Ariel.
Finalmente, agradeció a la iglesia que sigue prestando el predio de San Antonio, al municipio y a Rohner por las gestiones de apoyo, y aclaró que “esto no es una cuestión política, sino una emergencia humanitaria. Se trata de 500 personas que no deben quedar sin su comida diaria”.
