El videoclip de “Qué vida cruel”, de Andrés Calamaro, fue grabado en Esquina en agosto de 1990. Treinta y cinco años después, el material se digitalizó y volvió a viralizarse, revelando que la protagonista del video es la esquinense Ángela Piaggio, quien con 17 años compartió rodaje con el reconocido músico argentino.
En diálogo con TN Esquina el programa La Mañana de Notícias, Ángela Piaggio recordó con emoción la experiencia de haber sido parte de aquel rodaje que, por décadas, permaneció casi perdido. “Fue en agosto de 1990. Andrés vino a Esquina para grabar un cortometraje musical, y estuvo casi dos semanas acá. Yo tenía 17 años, y me eligieron en el hotel de turismo”, contó.
La historia del videoclip —en el que Calamaro aparece conduciendo un auto rojo descapotable por las rutas de Esquina y levantando a una joven que hacía dedo— volvió a hacerse viral luego de que se digitalizara y publicara recientemente en YouTube. “Durante muchos años lo busqué. Quería mostrarle a mis hijos y ahora a mi nieta, pero no aparecía. Y de pronto, después de 35 años, lo veo. Soy feliz”, expresó Ángela.
La esquinense recordó con humor los detalles del rodaje. “En una parte aparezco manejando el auto, pero en realidad no sabía manejar, así que lo condujo otro detrás de cámara. Grabamos en varios lugares: la ruta, el Pinín, una cabaña, el túnel, la municipalidad, la plaza 25 de Mayo. Fue una producción enorme, con camiones, libreto, montaje, todo muy profesional”, relató.
Entre los protagonistas locales mencionó a Augusto Pereira y al doctor Morales, además del equipo de producción encabezado por el director Raúl Pejones, con quien aún mantiene contacto. “Hace cinco años le escribí, y me respondió. Me dijo que en cualquier momento se iba a digitalizar el material. Y cumplió”, comentó emocionada.
Ángela recordó también cómo fue elegida: “Salía del colegio, del Instituto Divino Salvador, y cuando pasé por el Hotel de Turismo me gritaron. Me di vuelta y era él, Andrés Calamaro. Me dijo que quería que yo estuviera en el video. Ya había una chica seleccionada, pero él me eligió a mí. Después fueron a hablar con mis padres para pedir permiso”.
El videoclip se estrenó meses después en Buenos Aires, pero Ángela no pudo asistir. “Me invitaron, pero mi papá no me dejó viajar. Fui menor, y se entiende. Así que esperé que trajeran algo del estreno. Me quedaron solo dos fotos instantáneas de recuerdo”, contó entre risas.
Treinta y cinco años después, el destino volvió a unir a Ángela con esa historia. “El viernes Andrés toca en Resistencia, y creo que voy a ir a verlo. Después de tanto tiempo, me gustaría decirle: ‘¿Te acordás de esta chiquita?’”, dijo con emoción.
Hoy, el videoclip de “Qué vida cruel” no solo revive un clásico de Calamaro, sino también un pedazo de la historia de Esquina, con sus calles, paisajes y gente como Ángela Piaggio, que sin imaginarlo, quedó inmortalizada en una pieza musical que recorrió el país.
