El Gobierno se anotó otro triunfo en el Congreso y sostuvo el veto al aumento universitario. El bloque del PRO y los gobernadores peronistas de Tucumán y Catamarca, Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, fueron la llave para bajar el proyecto. También fueron fundamentales las gestiones del chubutense, Ignacio Torres y el misionero, Hugo Passalacqua.
Aunque la oposición logró reunir 160 votos, no llegó a los dos tercios necesarios para insistir con la ley. El oficialismo perdió a tres «héroes» desde el veto al incremento jubilatorio, pero llegó a los 84 votos. Cinco diputados se abstuvieron, cuatro misioneros de Innovación Federal y uno de los cinco radicales «con peluca».Así las cosas, cuatro diputados correntinos votaron contra el veto presidencial: Jorge Romero (Unión por la Patria), Nancy Sand (Unión por la Patria) Christian Zulli (Unión por la Patria) y Manuel Aguirre (Unión Cívica Radical).
En apoyo al veto de Javier Milei estuvieron Federico Tournier (ELI), Lisandro Almirón (La Libertad Avanza) y Sofía Brambilla (PRO).
Al fundamentar su apoyo a la medida presidencial, Almirón criticó la utilización de la educación universitaria como herramienta política, advirtiendo que el debate sobre el presupuesto va más allá de la educación superior y abarca una visión integral de la educación en Argentina. «La discusión no es sólo económica, sino sobre la fortaleza política necesaria para avanzar en decisiones cruciales», agregó.El legislador libertario también se refirió a la situación de los rectores universitarios, mencionando que no todos están alineados con el kirchnerismo y que las discusiones sobre rendición de cuentas y auditorías son esenciales. «La falta de transparencia en algunas universidades genera desconfianza», destacó. «La discusión no pasa por la defensa de la educación pública, esto parecía una discusión paritaria pero cuando le hablás de la rendición de fondos y ves que la UBA no rinde fondos, te das cuenta que es otra cosa», agregó.
En este marco, Brambilla justificó su voto alegando: «Fue una discusión política apuntando a debilitar el Gobierno de Javier Milei, en contra del déficit cero y el equilibrio fiscal. Escuché que el oficialismo estaba en contra de las universidades públicas y que éstas iban a dejar de ser públicas, sabiendo que son una herramienta fundamental para el crecimiento del país. Una sarta de relatos que nada tienen que ver con lo que se trató hoy en el Congreso. Tuvimos la coherencia de no generar un déficit, diciéndole al Gobierno que debe arreglar las paritarias docentes fuera del Congreso. Nunca hubo duda de que la universidad debe seguir siendo pública y gratuita. Lamentablemente, algunos fueron a discutir unas paritarias docentes en el Congreso».