La familia de Matías Chirino, el subteniente que falleció en el Regimiento de Paso Libres, está atravesando momentos difíciles mientras continúa el juicio por su muerte. Ezequiel, padre de matías, se quedó sin empleo poco después de la muerte de su hijo, ha tenido que someterse a varias cirugías y, por recomendación médica, no puede trabajar más. La familia se sostiene con el sueldo de su esposa, que trabaja como empleada doméstica, y el de su hija menor, que también está estudiando.
La familia de Matías Chirino, el subteniente que falleció en el Regimiento de Paso Libres, está atravesando momentos difíciles mientras continúa el juicio por su muerte. Ezequiel Chirino, padre de Matías, ha hecho un llamado a la comunidad para solicitar colaboración en la cobertura de los gastos legales que han surgido en el proceso, que se desarrolla entre Paso Libres, Córdoba y Corrientes Capital.Seguir Leyendo:
Ezequiel compartió que se encuentran en Río Cuarto, en su pueblo natal, donde esta semana pudieron realizar una audiencia a través de Zoom. Durante las tres últimas semanas la familia se ha tenido que mover entre diferentes localidades, lo que ha significado un gran esfuerzo económico para la familia.
“Ha sido un terrible trastorno que me ha obligado a afrontar muchos gastos, desde abogados hasta el transporte,” expresó Ezequiel. Además, enfrenta problemas de salud que le impiden trabajar y desde la muerte de su hijo este problema se ha agravado por los nervios. “Es una enfermedad que tengo desde los 19 años, con 7 cirugías y después de la causa de Mati tuve dos operaciones más, también me hice quimioterapias y rayos. Los intestinos quedaron muy sensibles y ante momentos de nervios se hacen nudos, por lo que termino internado y si eso no mejora, me mandan a cirugía”
“Es evidente el sadismo que hicieron esta gente con mi hijo, arruinaron a la familia Chirino. Mi mamá estuvo con una depresión terrible, tenía 80 años y un pico de presión muy alta, le terminó dando un infarto”, comentó. La familia se sostiene con el sueldo de su esposa, que trabaja como empleada doméstica, y el de su hija menor, que también está estudiando.
Ezequiel pidió ayuda a la comunidad para poder solventar los gastos. Las donaciones pueden hacerse a través de la cuenta: viento.clase.buda Además, comentó sobre la declaración de la esposa de Martínez, uno de los implicados, quien describió a su marido de manera exaltada, lo que Ezequiel considera una estrategia incoherente. “Si realmente fuera cierto lo que ella dijo, Matías estaría aquí con nosotros hoy,” afirmó, destacando la frustración que siente ante las mentiras en el juicio.
El proceso judicial está en su etapa final, con la próxima semana dedicada a los alegatos en Corrientes Capital. “Esperamos que esta vez se haga justicia,” añadió Ezequiel. La historia de la familia Chirino es un recordatorio de los efectos devastadores que tiene la violencia en la vida de las personas, y su búsqueda de justicia continúa con el apoyo de la comunidad.