En diálogo con La Mañana de Noticas, el abogado defensor del corresponsal (Periodista) acusado de abuso sexual con acceso carnal contra dos menores de edad brindó detalles sobre el proceso judicial y cuestionó la actuación del Ministerio Público Fiscal. El profesional subrayó que su cliente colaboró desde un primer momento con la investigación y negó categóricamente que existan pruebas concluyentes que lo vinculen al hecho.
“El lunes se ordenó la detención, allanamiento y secuestro del celular de mi defendido, quien de inmediato entregó su iPhone junto a la clave personal para facilitar el acceso a la información”, señaló el letrado, destacando que en Argentina no existen las herramientas para vulnerar un teléfono de esa marca sin la clave.
En la audiencia de formalización de la imputación, el fiscal acusó al detenido del delito de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de dos menores. Más tarde, en la audiencia de medidas de coerción, se discutió si el imputado debía quedar en libertad o bajo prisión preventiva. El abogado reconoció que fue “una audiencia extensa, atípica en cuanto al nivel de preparación del fiscal y su equipo”, pero remarcó que el juez de Garantías coincidió con la defensa en que no existía riesgo de fuga.
“El propio juez sostuvo que no compartía el argumento del fiscal sobre el peligro de fuga. Mi cliente fue quien llevó a una de las menores al hospital, lo cual no se condice con una conducta típica de un abusador que intenta ocultarse”, expresó.
Según el abogado, no hay una denuncia penal concreta por parte de ninguna persona que acuse directamente a su defendido. “Todo se activa a partir de un protocolo hospitalario por una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que presentan dos de las menores, pero no hay testimonio directo ni prueba que lo incrimine”, afirmó.
El defensor destacó que tanto su cliente como las niñas fueron sometidos a estudios médicos. En el caso de la menor de 8 años, los informes coinciden en que no presenta signos de abuso. En cuanto a la menor de 11 años, los resultados son más ambiguos. El médico forense que la examinó solicitó una segunda evaluación, ya que en el primer examen se encontraba en su ciclo menstrual y no era posible emitir un diagnóstico concluyente.
“En este caso, el médico forense –con 30 años de experiencia– sostuvo que no puede determinar la existencia de lesiones compatibles con abuso sexual. Sin embargo, el Ministerio Público Fiscal prefirió priorizar el informe de una ginecóloga del hospital, que también es cuestionable por haberse extralimitado en su rol al hablar directamente con la menor”, sostuvo el defensor.
Además, criticó el uso reiterado de la prisión preventiva por parte del Ministerio Público Fiscal en todo tipo de delitos, “sin considerar otras medidas menos gravosas”. Si bien la prisión preventiva fue dictada, el abogado expresó su convencimiento de que en 15 o 20 días su cliente podrá recuperar la libertad.
Respecto al origen de la ETS, planteó que “no existe una prueba científica que determine quién fue el primero en contraerla”, y recordó que varios integrantes del entorno familiar fueron analizados y dieron resultado negativo, aunque el contagio no necesariamente se propaga a todos los convivientes.
“Hasta ahora no se ha tomado testimonio a las niñas en Cámara Gesell, que es lo básico en este tipo de causas. Ni siquiera la Fiscalía ha llamado a esa instancia, pese a los pedidos realizados. No podemos avanzar sin escuchar a las supuestas víctimas”, señaló con firmeza.
El caso, que generó gran conmoción en la comunidad, sigue en etapa de investigación. Mientras tanto, el abogado pidió prudencia a la población: “No le crean a la defensa ni al fiscal. Créanle a los niños, pero para eso primero tienen que ser escuchados como corresponde”.