Los concejales del Frente Renovador de Esquina Antonio D’oria y Ariana Vallejos aparentemente parecen estar divididos, dejando a la luz grietas.
La Concejal Ariana Vallejos ha demostrado un compromiso inquebrantable con su trabajo en el Concejo, logrando una asistencia perfecta en las reuniones de comisión y en las sesiones. Sin embargo, su diligencia no se traduce en una colaboración fluida con su compañero de partido. A pesar de su participación activa, lo que más ha captado la atención es la falta de proyectos presentados en conjunto con el Concejal Antonio D’oria, lo que ha generado especulaciones sobre una posible ruptura dentro del Frente Renovador.
En lugar de trabajar como un equipo cohesionado, el Concejal Antonio D’oria ha estado colaborando activamente con la Concejal Luciana Mendoza en iniciativas que abordan problemáticas locales urgentes.
La situación se torna aún más intrigante cuando se observa que Vallejos y D’oria no se ven juntos en actividades ni comparten proyectos. A pesar de pertenecer al mismo espacio político, los dos concejales no han trabajado como un equipo, dejando al descubierto una grieta que no pasa desapercibida.
Las especulaciones sobre una ruptura se intensificaron aún más cuando Vallejos no apareció junto a D’oria durante la reciente visita del Diputado Provincial Germán Braillard Poccard a Esquina, para el lanzamiento de un curso de capacitación para emprendedores. A pesar de que ambos pertenecen al mismo espacio político, la ausencia de interacción entre ellos ha alimentado los rumores sobre una posible discordia. Este acto, que fue promovido por el mismo espacio político al que ella pertenece, evidenció aún más las tensiones, generando rumores sobre su posible distanciamiento.
¿Qué está pasando realmente dentro del Frente Renovador? ¿Por qué los concejales Vallejos y D’oria, ambos dedicados y presentes, no están trabajando juntos? La falta de unidad dentro del partido podría tener consecuencias graves para su futuro político en Esquina.
La pregunta que muchos se hacen ahora es: ¿Podrá el Frente Renovador superar estas divisiones internas o está condenado a una fractura inevitable?

