CANCER
Las personas que nacen entre el 22 de junio y el 22 de julio pertenecen al signo de Cáncer, el cuarto de la rueda zodiacal. Su elemento es el Agua y su modalidad, cardinal, pues su temporada tiene sincronía con el solsticio de junio, uno de los eventos anuales que marca un cambio de estación.
Según explica la astróloga Beatriz Leveratto el símbolo de Cáncer ♋ tiene dos lecturas posibles: por un lado, simboliza al cangrejo, un crustáceo que vive entre el agua (las emociones) y la tierra (la realidad objetiva); por otro, también representa los brazos de una madre sosteniendo y alimentando a su bebé.
En el recorrido del zodíaco la modalidad cardinal de Cáncer explica la astróloga, “sugiere un cambio de nivel de conciencia, pues la conciencia zodiacal comienza a incluir al Agua, a las emociones”.
Los cancerianos están regidos por la Luna (que no es un planeta sino una luminaria). “La Luna es el cuerpo celeste más cercano, al igual que la madre es el humano más cercano, e influye en ciclos, mareas y emociones”, explica Leveratto. A su vez, la Luna se asocia a la noche y a la oscuridad inconsciente.
TAURO
Las personas que nacen entre el 21 de abril y el 20 de mayo pertenecen al signo de Tauro, el segundo de la rueda zodiacal. Su elemento es Tierra y modalidad es fija, lo que afianza su conexión con la materialidad.
El símbolo de Tauro ♉ representa la cabeza de un toro, el animal inmortalizado en la constelación homónima. La energía de este signo es femenina y receptiva.
Venus es el planeta regente de los taurinos, y su arquetipo se basa en la diosa romana de la seducción y el amor, la misma que los griegos llamaron Afrodita. Su influjo se traduce en una sensualidad innata, un inigualable sentido de la estética y una prioridad por el autocuidado y el amor propio.
“Tauro es intenso y pasivo y con su contundencia deseante sabe plasmar lo creativo. Magnetiza a su entorno de un estilo gozoso y placentero”, explica la astróloga Beatriz Leveratto.
GÉMINIS
Las personas que nacen entre el 21 de mayo y el 21 de junio pertenecen al signo de Géminis, el tercero de la rueda zodiacal. Su elemento es el Aire y su modalidad, mutable, lo que le brinda una capacidad de adaptación sin igual. Su energía se asocia con lo masculino.
El símbolo de Géminis ♊ representa dos pilares unidos y hace alusión a los gemelos Castor y Pólux, que dan nombre a la constelación. La astróloga Beatriz Leveratto señala que el espíritu geminiano “no define, sino que oscila permanentemente en su extrema variabilidad y liviandad”.
Que este signo de Aire perciba la vida como incontables corrientes de información no es una sorpresa, pues su planeta regente es Mercurio, el dios del comercio y la comunicación, aquel que los griegos llamaban Hermes y fungía como el mensajero del Olimpo.
Aunque a otros les resulte complicado, el estado natural de Géminis es pendular. Este signo siempre está entre dos posibilidades, “su lugar vinculante parece no ser sólido ni concreto en sí mismo”, explica la astróloga.
LEO
Las personas que nacen entre el 23 de julio y el 23 de agosto pertenecen al signo de Leo, el quinto en el orden de la rueda zodiacal. Su elemento es el Fuego, su modalidad es fija y su energía se asocia con la fuerza masculina.
Según explica la astróloga Beatriz Leveratto el símbolo de Leo ♌ “es el círculo central, reproduce la melena del león y la cola pareciera representar al cuerpo del animal”.
El Sol es el astro que rige a estos nativos y por eso la astrología lo asocia con un temperamento confiado, pasional, autónomo, brillante y magnético. Adonde llegan, deslumbran y su entorno acaba por girar a su alrededor.
Leo comparte la vitalidad de su elemento con Aries, pero la astróloga hace una importante distinción: “El fuego cardinal ariano empuja de modo ciego, sin importarle si lo siguen; el fuego fijo leonino necesita consolidar un centro para irradiar luz y atraer las miradas del entorno”.
LIBRA
Las personas que nacen entre el 22 de septiembre y el 21 de octubre pertenecen al signo de Libra, el séptimo de la rueda zodiacal. Su elemento es Aire, su modalidad es cardinal, pues su temporada inicia en sincronía con el equinoccio de octubre.
Con Libra comienza la segunda parte del zodíaco, donde “surge el registro de los otros”, explica la astróloga Beatriz Leveratto. En otras palabras, a partir de este signo, la conciencia de los signos ya no es autorreferencial, sino que reconocen lo que habita fuera del deseo propio, saben que el “prójimo condiciona sus deseos y acciones”.
Para Leveratto, la presencia de Aire en este signo, un elemento invisible y sutil, permite que en vez de separar o diferenciar, tengan un don para vincular y reunir con facilidad personas, ideas y conceptos.
El símbolo que identifica a Libra ♍ representa una balanza, una alegoría precisa para la energía de este signo: oscilante y siempre complementaria frente a otro. La astróloga señala que estos nativos perciben que “todo está unido”, no en el sentido geminiano que todo lo asocia, “sino en la percepción de que todos somos complementarios, de que no existe alguien –o algo- que no tenga su opuesto que lo completa”.
Venus es el planeta que rige a los librianos y, a pesar de que comparte regencia con Tauro, en este caso los atributos venusinos no priorizan sólo el amor propio, sino que se manifiestan en actitudes siempre vinculantes y adaptables con su entorno.
“La personalidad libriana busca la armonía y se decepciona con su vida diaria, que no coincide con sus anhelos de acuerdos y de belleza —indica Leveratto—. Añora vivir en un paraíso de eterna perfección y complementariedad”.
CAPRICORNIO
Las personas que nacen entre el 22 de diciembre y el 20 de enero pertenecen al signo de Capricornio, el décimo de la rueda zodiacal. Su elemento es Tierra y su modalidad es cardinal, pues tienen sincronía con el solsticio de diciembre y marcan la llegada de una nueva estación.
El símbolo que representa a Capricornio ♑ reproduce a una cabra con cola de reptil, una fusión que la astróloga Beatriz Leveratto interpreta como la llegada a la cima (con la persistencia de la cabra) de lo más primitivo (un reptil).
“Capricornio se dispone a trabajar y a hacer trabajar a su entorno: responde al estereotipo del jefe o de la autoridad”, explica la astróloga. Eso sí, el esfuerzo siempre se orienta al bien común y no al enriquecimiento individual. De hecho, su modalidad cardinal propone un cambio de nivel de conciencia.
Saturno es el planeta que rige a los capricornianos, el estereotipo de la figura del padre, la ley y también el paso de los años y la madurez (para los griegos el dios saturnino se correspondía con el titán Cronos, el dios del tiempo).
VIRGO
Las personas que nacen entre el 23 de agosto y el 22 de septiembre pertenecen al signo de Virgo, el sexto de la rueda zodiacal. Su elemento es Tierra, su modalidad es mutable y su energía femenina y receptiva.
“Su combinación tierra – mutable lo lleva a poner en tela de juicio cada situación que se le presenta y a cuestionar cualquier desborde que no respete los procesos naturales de las cosas”, explica la astróloga Beatriz Leveratto.
El símbolo que identifica a Virgo ♍ representa, en palabras de Leveratto, “la ‘M’ de María, la matriz que se entrega humildemente” pero con un detalle: la letra “se cierra hacia adentro, no se muestra”. Vemos esta modestia en el extremo opuesto al deseo de protagonismo de su antecesor Leo.
Mercurio es el planeta que rige a los virginianos y, a pesar de que comparte regencia con Géminis, en Virgo se manifiesta un aspecto más maduro de las cualidades mercuriales: el ingenio al servicio de sistemas más eficientes y la noción de orden priman sobre la elocuencia y la curiosidad juguetona de los geminianos.
ESCORPIO
Las personas que nacen entre el 22 de octubre y el 22 de noviembre pertenecen al signo de Escorpio, el octavo de la rueda zodiacal. Su elemento es Agua, su modalidad es fija y su energía femenina y receptiva.
“Su cercanía a las emociones reprimidas es la base de su potencia. Encarna el rol del curador. Capta los miedos de su entorno para transformarlos”, explica la astróloga Beatriz Leveratto.
El símbolo que identifica a Escorpio ♏ es una variación de aquel que distingue a Virgo, la ‘M’ de María, que en este caso termina en forma de aguijón y “expresa lo hiriente y oscuro de las emociones humanas”, escribe la astróloga.
Plutón es el planeta principal que rige a los escorpianos. Antes de su descubrimiento el siglo pasado, la astrología asignaba la regencia del signo a Marte, que hoy es su corregente. El arquetipo plutoniano representa al dios del inframundo, el mismo que los griegos llamaron Hades y gobernada el reino de los muertos.
Por eso se dice que este signo de Agua es el encargado de sacar de las sombras lo que otros preferirían que permaneciera oculto. Leveratto lo resume como “el gran purificador” del zodíaco.
SAGITARIO
Las personas que nacen entre el 22 de noviembre y el 21 de diciembre pertenecen al signo de Sagitario, el noveno de la rueda zodiacal. Su elemento es Fuego, su modalidad es mutable y su energía es masculina.“
Sagitario combina potencia vital con exploración y versatilidad”, explica la astróloga Beatriz Leveratto. Las personalidades de este signo necesitan sentir que están siempre yendo a algún lugar, saberse paralizados les molesta.
El símbolo que identifica a Sagitario ♐ representa a la flecha lanzada por una mítica criatura: el centauro. “La flecha que apunta al cielo alude a su incansable búsqueda de vitalidad trascendente”, señala la astróloga.
El planeta que rige a los sagitarianos es Júpiter. Su arquetipo alude al regente del panteón de dioses romanos. Su influjo se traduce en una poderosa capacidad de acción y expansión y su deseo de explorar y vivir aventuras —en línea con su equivalente griego, Zeus— también atrae la buena fortuna.
Leveratto resume el espíritu sagitaria no como alguien “versátil y cuestionador”, una persona que siempre que investiga e indaga de modos entusiastas, aunque muchas veces le cueste hacerse preguntas por sí mismo.
ARIES
Las personas que nacen entre el 21 de marzo y el 20 de abril pertenecen al signo de Aries, el primero de la rueda zodiacal. Su elemento es el Fuego y su modalidad, cardinal, lo que indica que es uno de los cuatro signos cuyo comienzo coincide con un cambio de estación. Su energía se asocia con lo masculino y penetrante.
El símbolo de Aries ♈ representa a un carnero, al igual que la constelación de su mismo nombre. La astróloga Beatriz Leveratto señala que es el signo de la gran explosión, el fuego iniciador que pone a andar la rueda zodiacal. Por eso, uno de sus atributos más conocidos es la temeridad.
Marte es el planeta regente de los arianos y su arquetipo está basado en el dios de la guerra de los romanos (o su equivalente griego, Ares). Esto otorga al primer signo de Fuego “la suficiente osadía y empeño como para arremeter sin conciencia de peligro”, explica la astróloga.
ACUARIO
Las personas que nacen entre el 20 de enero y el 19 de febrero pertenecen al signo de Acuario, el décimo primero de la rueda zodiacal. Son el último signo del elemento Aire y su modalidad es fija.
“Para Acuario, la vida es circulación, las relaciones y los trabajos deben circular y fluir. Pretender retener o controlar es sinónimo de estancar y contaminar”, escribe la astróloga Beatriz Leveratto.
El símbolo que identifica a Acuario ♒ no sólo representa las olas del mar, sino que las ondas energéticas y las vibraciones que nos interconectan. Leveratto explica: “En los inicios de la astrología -varios siglos antes de Cristo- la forma de reproducir esta percepción de individuos interconectados era asociarla a las olas del mar”.
Urano es el planeta que rige a los acuarianos. Antes de su descubrimiento a finales del siglo XVIII, la astrología asignaba la regencia del signo a Saturno, que hoy es su corregente. Este planeta simboliza para la astrología la genialidad, la revolución y el desafío a las convenciones.
“La personalidad acuariana conecta con tiempos que aún no han llegado. Puede parecer desconectado habitando extraños silencios donde fecunda originales mañanas”, afirma la astróloga.
PISCIS
Las personas que nacen entre el 20 de febrero y el 20 de marzo pertenecen al signo de Piscis, el último de la rueda zodiacal. Su elemento es Agua, su modalidad es mutable y su energía femenina y receptiva.Para la astróloga Beatriz Leveratto, el temperamento de Piscis puede resumirse en tres cualidades: “Soñadores, románticos y bastante olvidadizos”.
El símbolo que identifica a ♓ representa a dos peces que nadan en direcciones opuestas en un eterno fluir. “Un pez que va para un lado, como les pasa a ellos, que se proponen firmemente hacer una cosa y después, como el pez que va en dirección opuesta, hacen todo lo contrario”, explica la astróloga.
El planeta que rige a los piscianos es Neptuno, el dios romano de los mares y los océanos. En la astrología, su arquetipo representa la espiritualidad, la imaginación y la fantasía.