Dialogamos con el viceintendente de Apipé, Gustavo Figueredo, sobre la apertura de las compuertas de la represa Yacyretá, lo que está ocasionando inundaciones y pérdidas de producción a los isleños. Lo mismo ocurre con las localidades aguas abajo.
“La verdad que nos tomó un poco por sorpresa. La crecida fue muy rápida. De un día para el otro subió más de un metro, eso hizo que saliéramos a las corridas con el Comité de Crisis, Policía, Prefectura y el hospital. Todos poniendo un granito de arena para evacuar a la gente”.
Sobre si el aviso fue lo suficientemente claro por parte de la EBY, Figueredo resaltó: “Nos avisan más o menos 48 horas antes de que iba a venir un pico de crecida, pero sí, nos sorprendió un poco. De todas maneras, estamos trabajando con todo el equipo”.
La localidad ya empezó a sufrir la evacuación de sus pobladores ribereños. “Hasta el momento sacamos 12 familias que las albergamos en distintos lugares; algunos en las casas de familiares y otros en las instituciones que tenemos acá. Tratamos de reubicar a todos, tenemos algunas cabañas que pertenecen al Municipio, también contamos con la zona de los ganaderos, que se corren un poco en la zona más alta y arman una carpita o algo, porque no pueden abandonar los animales”.
Al ser consultado sobre cuándo esperarían el pico de la creciente, Figueredo dijo: “Estamos en un promedio de 4,10 metros e iba a llegar a 4,30 metros. Ahora me informan que esa medida se va a superar y que no se iba a estacionar el día miércoles, que en principio teníamos esa información, pero ahora ya pasó hasta el viernes-sábado, con una altura de por lo menos 30 centímetros más de lo previsto”.
Otro de los problemas se suscita con los trabajos de esas familias, ya que “tenemos oleros, pescadores y otros trabajos particulares como camping y cabañas”, que se ven obligados a salir de allí por el avance de las aguas. En lo referido a lo turístico Figueredo resaltó: “Estamos recomendando que no vengan los turistas en este período”.
AL pedirle información sobre si mantenían contacto con la Entidad Binacional Yacyretá, respondió reiteradas veces que “no”, y remarcó que “decretamos la emergencia hídrica que estamos enviando justamente a la gente de la EBY y a la provincia también, para ver cómo lo canalizamos y recibimos un tipo de ayuda porque, la verdad, los oleros perdieron toda su producción, es triste, los muchachos se ponían a llorar”.
Al ser evaluada la situación en la que se encuentra la localidad, resaltó que es un escenario “totalmente dramático, porque tenemos este monstruo acá enfrente, que cuando se les llena de agua a ellos tienen que largar y bueno, que se jodan lo de abajo. Esa es básicamente la información”, se lamentó.
Figueredo también hizo hincapié en la falta de ayuda por parte de la EBY, luego de que pase la creciente. “Tenemos la afectación directa, porque estamos justamente enfrente y la presión de agua que larga cuando abren las compuertas es tremenda y rompe todo, erosiona las costas, todo lo que se construye para el mejoramiento del casco urbano, lo rompe. Esa es la realidad”, a la vez que resaltó que “esto nos pasa cada vez que hay crecidas, después nadie se acerca de parte de ellos (por la EBY) a ver en qué mejoramos algo. Se hizo estudio de agua, se comprometieron en su momento a hacer caminos y, la verdad, es que la Isla se parte en dos”, finalizó el Viceintendente de la localidad de Apipé, que en este momento está atravesando una situación dramática por la crecida en exceso del río, luego de abrir las compuertas.