Este sábado por la tarde-noche, la comunidad del Departamento de Esquina vivió un momento muy especial con la celebración de la Jornada Juvenil de Ramos, bajo el lema “Jóvenes Peregrinos de Esperanza”. La plaza 25 de Mayo se llenó de jóvenes, provenientes de diversas comunidades, quienes se unieron en un fervoroso encuentro espiritual.
La jornada comenzó con un emotivo mensaje por parte de Monseñor Adolfo Canecin, quien alentó a los jóvenes a ser portadores de esperanza y amor en un mundo que a menudo se encuentra agobiado por la incertidumbre. Su discurso resonó en los corazones presentes, recordándoles la importancia de la fe y el compromiso en la construcción de un futuro mejor.
Posteriormente, los jóvenes tomaron las calles de Esquina en una peregrinación que simbolizaba su camino de fe. Con ramos en mano y el espíritu elevado, caminaron hacia la Plaza Pescio, creando una atmósfera de reflexión y unidad. A lo largo de las calles, se escucharon cantos y oraciones, uniendo a todos en un mismo propósito: celebrar la vida y la esperanza que trae consigo la resurrección de Cristo.
Al llegar a la Plaza Pescio, la ceremonia culminó con la Bendición de Ramos. Este acto no solo representó la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, sino que también se constituyó en un momento de renovación de promesas y reafirmación de la fe entre los jóvenes. Alzando sus ramos al cielo, cada uno hizo una oración personal, entregando sus anhelos y compromisos ante Dios.
La Jornada Juvenil de Ramos fue, sin duda, una experiencia transformadora, donde la esperanza renovada brilló en cada rostro. En este encuentro, los jóvenes reafirmaron su papel como agentes de cambio, llevando el mensaje de amor y paz a sus comunidades y más allá. Que esta jornada sirva de impulso para seguir construyendo un futuro lleno de fe y esperanza, en profunda comunión con Cristo.










